HOTEL CASA FUSTER

All for love

Hay regalos que contienen más amor del que se puede expresar con palabras. El Hotel Casa Fuster es el ejemplo perfecto. El hermoso edificio modernista fue un regalo de Mariano Fuster i Fuster, un caballero de la alta sociedad mallorquina, para su esposa, Consuelo Fabra i Puig, hija del marqués de Alella.

Mariano Fuster i Fuster quiso regalar a su mujer una casa con el objetivo de complacerla y embellecer la ciudad de Barcelona. Por ello, decidió comprar el edificio situado en el número 132 del Paseo de Gracia. En 1905, obtuvo los permisos necesarios para derribarlo y construir una casa espectacular. Encargó el ambicioso proyecto al arquitecto catalán Lluís Domènech i Montaner. Mariano Fuster bautizó la casa con el nombre de su esposa y le dedicó un rosetón con las iniciales CF, que aún puede verse en la fachada de la calle Jesús.

Una vez terminada, fue considerada la casa más cara de la ciudad, debido a los materiales utilizados en su construcción, entre los que se encontraban mármoles de la más alta calidad. Por todo ello, se dice que el Hotel Casa Fuster, definido como el hotel de diseño por excelencia, es mucho más que un alojamiento de cinco estrellas.

La cadena Hoteles Center adquirió la casa en el año 2000 y la rehabilitó respetando al máximo la originalidad del edificio y, al mismo tiempo, potenciando la espectacularidad y singularidad de tan fantástica pieza arquitectónica. El hotel abrió sus puertas en 2004.

La Casa Fuster no sólo es la obra maestra de Domènech i Montaner, sino que es el edificio que corona el barrio del Eixample, símbolo de la mayor época de prosperidad y esplendor de Barcelona durante los últimos 100 años.

Exclusividad y lujo

Lluís Domènech i Montaner, arquitecto modernista de fama internacional y autor, entre otras obras, del famoso «Palau de la Música Catalana», declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, construyó la Casa Fuster con tres fachadas de gran impacto, por sus detalles y expresividad.

Las obras se iniciaron en 1908 y tres años después la familia Fuster-Fabra se instaló y habitó la planta principal. La fachada de la casa fue la primera realizada en mármol blanco en Barcelona. Debido al elevado coste de su construcción, la familia abandonó la casa a principios de los años veinte.

En 1962, la empresa ENHER compró la casa con la intención de demolerla y construir un rascacielos. Los barceloneses se opusieron, y gracias a sus protestas la casa se salvó. Consiguieron que ENHER no sólo no demoliera la casa, sino que se comprometiera a la restauración del edificio, que se llevó a cabo entre 1962 y 1974. La última reforma tuvo lugar en 1995. En 1999, la Casa Fuster se puso a la venta y un año más tarde fue adquirida por Hoteles Center, transformándola en el actual Hotel Casa Fuster.

Del pasado al presente

En la actualidad, el Hotel Casa Fuster ofrece 105 habitaciones decoradas en tonos cálidos y naturales. Los grandes ventanales permiten que la luz natural entre en todas las habitaciones, que están decoradas con materiales nobles como la madera de cerezo. Su mobiliario de diseño exclusivo sigue las líneas modernistas de la época en combinación con elementos de diseño contemporáneo.

Casa Fuster cuenta con varios espacios, cada uno con su propia personalidad, donde la gastronomía, la cultura y el ocio se fusionan para crear una experiencia única. Su excelente y singular arquitectura crea un ambiente irrepetible, ideal para todo tipo de eventos y celebraciones.

A día de hoy, las historias de amor siguen muy ligadas al hotel, considerado uno de los edificios más románticos de Barcelona. En él se celebran numerosas bodas de parejas españolas y extranjeras. El día de San Valentín, el hotel ofrece una cena especial para parejas, y un paquete de cena y alojamiento para los que vengan a conmemorar la historia de amor que fue el origen de uno de los edificios más románticos y bellos de Barcelona.

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